
Una de las premisas del nuevo proyecto, pasaba por la gaditanización de la plantilla cadista. El resultado con jugadores de la tierra como Servando, Salvi o José Mari, han dado un buen rendimiento tanto a nivel deportivo como a nivel de vestuario. Menos el caso de David Barral que sólo funcionó en lo social.
Los jugadores de la tierra suelen actuar de Cicerone con los jugadores de fuera, se esfuerzan en contagiarse de la filosofía de equipo y de empaparse de la historia del club. Por ello era de vital importancia, la incorporación de algún gaditano de cara a la temporada 2018-2019.
De momento dos jugadores de la provincia que se escapan, son el central gaditano Chico Flores quién ha anunciado su compromiso por dos temporadas con el Rubin Kazan de Rusia, y el extremo de Puerto Real, Älvaro Vadillo, quién rubricó ayer su contrato con el Granada CF por dos temporadas igualmente.
Ambos jugadores, siempre entran en las quinielas de incorporaciones del equipo de la tacita, que ve como otro año más, dos gaditanos prefieren otro tipo de proyectos más atractivos que el de jugar en el equipo de su tierra.
El mercado solo acaba de comenzar y en los próximos días estaremos atentos a los movimientos y a la posible gaditanización del plantel.