JUANITO MARCHANTE, O LO QUE ES LO MISMO, HABLAR DE CADISMO
Hablar de él es hablar del 1910. Hablar de amarillo y azul en mayúsculas. De un escudo con una corona ducal, un triángulo con Hércules y sus dos leones. Del “non plus ultra”. No hay poro en su piel que no emane cadismo. Es hablar de Bar Gol y del Barrio La Laguna. De encierros en el vestuario e impagos. De lágrimas de alegría en los ascensos y de lágrimas de amargura en los descensos. Es un lazo de unión en el vestuario, un cadista entre jugadores. Es un grito de rabia en Las Palmas, Alicante y Jerez. Es un lamento también en Alicante, Miranda u Hospitalet.
Una marea en la Avenida. Una celebración en Puertas de Tierra y San Juan de Dios. Es Canovas del Castillo 21. Plaza de Madrid en temporada. Es Trofeo de los Trofeos en Agosto. Es Salvadoreño haciendo magia. Es Brigadas en Fondo Sur y trompetero en Fondo Norte. Es torre de Preferencia con marcador y tren del gol sin soterramiento. Es Pepperoni cantando “me han dicho que el amarillo…”. Es Rovira haciendo masajes…
Es himno cuando salta al terreno de juego. Es Cádiz C.F., en estado puro.
No se entendería ese vestuario sin ti dentro. Va por ti, Juanito.
Juanito Marchante, toda una vida de cadismo.