
Nadie es tan ingénuo, como para pensar que Álvaro García o Salvi Sánchez, defenderán de por vida la elástica amarilla. El fútbol negocio así lo estima oportuno y el gremio de los representantes ya se encargará de mover a sus clientes, para poder generar los máximos emolumentos en cuanto a comisiones se refiere.
Las recientes declaraciones de Rafael Rodríguez “Rafita” el agente del extremo utrerano en un medio italiano, donde manifestaba y aseveraba el interés real de varios clubes de nivel europeo y que este verano, su cláusula será depositada. . Han reabierto la polémica, en cuanto a ética y profesionalidad se refiere.
No es la primera vez que el jugador, ha podido ver afectado su rendimiento deportivo ante el supuesto interés de otros clubes de mayor proyección. La cabeza del futbolista tiende al pensamiento a corto plazo y en la progresión relámpago que pueda satisfacer todas sus necesidades tanto a nivel económico como a nivel deportivo.
¿Cual es la intencionalidad de este mensaje? A grandes rasgos, podríamos malinterpretar, lo siguiente “-Álvaro, no asumas muchos riesgos, no sea que te lesiones y jodamos la operación. Total no vais a subir-” Una lectura negativa que podría perjudicar a los intereses del equipo amarillo a falta de seis jornadas trascendentales para conocer el futuro más inmediato del club.
A veces los representantes, deberían de darse cuenta que defienden los derechos de personas y que no son meros comerciales intentando colocar un producto inerte. Dado que ellos no son los protagonistas y que se está más guapo, con la boquita cerrada… Al menos hasta final de temporada.