Mucho se habla del milagro del gaditano Juan Merino, entrenador del Nástic de Tarragona, desde que tomara las riendas del equipo hace 17 jornadas. Un equipo que parecía abocado al fracaso y al hundimiento en el pozo de la segunda división b, ahora muestra síntomas de mejoría y capacidad de reacción, para evitar la caída a la categoría de bronce.
Esta resurrección, llega en el tramo decisivo de liga, donde a pesar de tener el objetivo más que cumplido, los amarillos sueñan con unos posibles Play Off de ascenso a primera división.
El destino ha querido, que un paisano se ponga en el camino hacia la ilusión y la pasión de su pueblo y como pueblo agradecido que reconoce los triunfos de sus hijos, le deseamos lo mejor al Linense, una vez que digiera la derrota que le asestaremos esta próxima jornada.
¡A POR ELLOS!